Última actualización el 4 de septiembre de 2024
Lo han dicho miles de personas en las redes sociales: lo de Mercadona es una técnica efectiva de marketing para subir ventas. En efecto, las ventas deben haber subido bastante en este final de verano, pero las angustias comerciales también han sido abundantes.
La tendencia de ir al Mercadona a partir de las 7 de la tarde para encontrar pareja ya está haciendo estragos. Tal vez las estadísticas de citas concertadas sea ínfima, y es obvio dado que el show de las redes sociales es demasiado escandaloso.
Desde que un usuario de las social media dijo que había borrado la aplicación de Tinder y había ido a Mercadona a buscar pareja, la práctica comenzó a viralizarse.
Miles de publicaciones de influencer se montaron en la ola de la tendencia y en pocos días unos cuanto supermercados se llenaron a tope. En los pasillos ha habido más jóvenes bromeando y haciendo videos que personas en busca de citas.
Amores de mercados y ventas
Poner la piña boca abajo y chocar carros ya se volvió un tormento para los trabajadores de los supermercados más famosos de España. Un video reciente muestra que antes de las 21 horas los encargados de la sección de frutas retiraron todas las piñas. El fenómeno viral que de seguro hizo que subieran las ventas es un fenómeno molesto que ya nada tiene que ver con tener una cita amorosa concertada en los pasillos del supermercado de letras verdes.
Mercadona no necesita de estas campañas de marketing. El supermercado es líder en ventas y factura miles de millones de euros dejando muy atrás a las otras cadenas de supermercados que intentan hacerle competencia. Carrefour intentó unirse a la tendencia proponiendo un encuentro en los pasillos una hora después de la hora de ligar en Mercadona. Por su parte Lidl sugirió que se hiciera en sus establecimientos de 6 a 7 de la tarde. Eroski hizo alguna que otra publicación sin sugerir horario pero matizando sus pasillos y frutas con posibilidad de romances.
Recordemos que las tendencias en redes sociales son como las olas, que se forman, llegan a una altura máxima y rompen cerca de la orilla dejando mucha espuma. Poco a poco irá desapareciendo esta moda que de seguro, repito, ha dejado más compras pagadas que citas concertadas.
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